Consejos prácticos para evitar la ansiedad en perros cuando hay ruido 

¿Cómo reacciona tu perro cuando hay ruidos fuertes?  

Si tu perro responde con ansiedad y miedo a los ruidos fuertes (petardos, tormentas, etc.) y quieres evitarle pasar un mal trago, lo ideal es mantenerlo lejos del meollo de los ruidos, pero no siempre es posible. Las tradiciones y celebraciones populares en nuestra provincia “son como son”, la Magdalena, las fallas, incluso la Nochevieja pueden ser muy estresantes para nuestro perro si no está habituado a ruidos fuertes. 

¿Cómo podemos ayudar a nuestro perro? 

Habituación a los ruidos 

La habituación es una técnica de modificación de conducta que consiste básicamente en habituar o acostumbrar a nuestro perro a algo. Imagínate vivir al lado de un aeropuerto. Un amigo viene de visita y te dice: “¿No te molesta el ruido de los aviones despegando?”. Y tú, estás tan acostumbrado a ellos que ni te percatas de ellos.  

Nivel 1: pistas de audio  

  • Lo más recomendable, a ser posible, es habituar al perro a los sonidos cotidianos de las fiestas desde cachorro. Aunque, más poco a poco, también podemos hacerlo de adulto. Se trata de exponer a nuestro perro MUY GRADUALMENTE a ruidos fuertes a los que va a tener que enfrentarse: petardos, tormentas, etc. No hace falta que sean sonidos reales, podemos usar pistas de audio (¡en internet hay muchísimas!) e ir subiendo el volumen un poco cada día.  
  • Es importante observar su reacción para ajustar la intensidad. Al principio, lo ideal sería que estuviera tan bajito que ni siquiera reaccione e ir subiendo el volumen poco a poco. Aunque a ti te parezca insignificante, él puede escuchar el matiz.  
  • Premia su actitud calmada con palabras amables o incluso dale algún comestible para que se entretenga mientras suenan las pistas de audio. 

Nivel 2: sonidos reales en casa 

Para acostumbrarle a que suenen música y voces sin previo aviso y pueda superar sin problemas pequeños “sustos”, puedes crear situaciones ruidosas en casa. Empieza con cosas sencillas, como golpear alguna cazuela desde otra habitación, o dejar caer algo “por sorpresa”. Hay que tener mucho cuidado en esta parte, porque si nos pasamos de intensidad y se asusta, podemos agravar el problema.  

Evita la sobreprotección. Cuando el perro reacciona con miedo y acude al regazo o junto a tus piernas, transmítele calma y seguridad, acarícialo y actúa como de costumbre, al fin y al cabo, no está pasando nada malo, lo que está ocurriendo es normal. 

Nivel 3: en la calle 

Cuando haya dominado los sonidos alto volumen y ruidos por sorpresa en casa y en espacios que le son familiares, pasa al siguiente nivel: acostumbrar al perro al ruido en espacios públicos. Ya sabes cómo funciona lo de la habituación. Es hora de aplicarlo en la calle: puedes usar pistas de audio con el altavoz del teléfono o pedirle a un amigo o familiar que te ayude a crear situaciones ruidosas controladas.  
 
Cada perro es diferente, no todos aprenden igual de rápido, por eso es importante adaptar el proceso según las necesidades individuales. Si no logras superar estos desafíos, o en casos de ansiedad severa, no dudes en contactar con un profesional para que te ayude con el proceso de habituación o desensibiliziación a ruidos fuertes.  

En nuestra escuela LiderCan podemos ayudarte a trabajar la habituación a ruidos fuertes con tu perro y ayudarle a superar miedos para evitar cuadros de ansiedad y situaciones de estrés para todos. 

¿Ya no te da tiempo a entrenar? 

Ya está aquí la época de las grandes mascletás y no has tenido tiempo de trabajar la habituación. Igual vives en pleno meollo o no puede haber alguien junto a tu perro para transmitirle calma cuando empiezan los petardos y las charangas.  ¿Qué puedes hacer? 

Soluciones alternativas 

Ofrécele entretenimiento. Proponle juegos de olfato y dale mordedores para mantener su foco de atención en otra cosa y restarle importancia a lo demás. 

Compensa el estrés. Sal a la montaña o paséalo en lugares tranquilos, ofrécele actividades estimulantes para que llegue cansado y feliz a casa. 

Crea un espacio cómodo y seguro donde el perro pueda retirarse a estar tranquilo. 

Pon música suave o deja la televisión encendida para crear un ambiente menos silencioso y contrrarestar los ruidos repentinos del exterior. 

Establece rutinas claras para que el perro sepa qué esperar y cuándo. 

Si no puedes garantizar su tranquilidad, es mejor alejarlo de esas situaciones. En Gos Aventura aseguramos un ambiente estimulante, en el que escuchar ruidos de fondo va a ser la menor de las preocupaciones de tu perro. Ten en cuenta que es un problema muy común y que para fechas señaladas, los hoteles caninos se llenan semanas antes. Es mejor hacer tu reserva con antelación para evitar el estrés de última hora. 

Te animamos a que trabajes la habituación a ruidos fuertes con paciencia. Es un trabajo largo, pero cuando lo consigas tu perro será mucho más feliz y evitarás situaciones de estrés y ansiedad.